Al comenzar a escribir este post, había pensado llamarlo «Peinado anti virus» porque tuve la mala idea de cortarme el flequillo al terminar Febrero y dos semanas después estábamos todos sumidos en una locura pandémica y -entre otras cosas- me cayó la recomiendación médica de no tener pelo sobre la cara.
Pero cuando vi las fotos una vez más y antes de darle el «enter» para publicar, me di cuenta de que este peinado simboliza mucho más que una prevención sanitaria. Dentro de unos meses o años, estas fotos hablarán mucho de lo que fue esta experiencia para mi.
Decidí, por ejemplo, que si tenía que tener el pelo recogido iba a hacerlo bajo mi propio estilo. Básicamente, este es el claim que motiva a todas las que terminamos cosiéndonos nuestra propia ropa: un día nos hartamos de seguir modas pasajeras, de usar ropa que nos queda o demasiado corta o demasiado larga o demasiado floja o demasiado apretada. Un día también comenzamos a estudiar la forma de nuestro cuerpo y tarde o temprano… no vamos amigando con nuestra anatomía.
Y también decidí que iba a matar esta rutina repetitiva de encierro con costura, bocetos, estudio ¡y charlas con esta preciosa comunidad on line! 🤗
Hoy decidí compartir con ustedes este proyecto humilde: una vincha hecha con retazos de tela que encuentren por ahí (en medio de los inevitables arrebatos de limpieza de cuarentena). Para que tengan el rostro despejado ¡pero con estilo! Y para que dentro de algunos años la encuentren en algún cajón y se acuerden de estos días tan locos que vivimos y de cómo salimos adelante con inventiva y buen humor.
Cortar y coser
Hice mis vinchas (varias) en tejido plano, es decir aquellos que no tienen elasticidad. Para esta vincha necesitamos algunos retazos y un tramo corto de elástico de unos 4 cm de ancho (o lo que encuentren a mano).
Corten las piezas como muestra el dibujo:
Una vez cortadas todas las partes, cosan a 1 cm del borde las dos tiras iguales, por el largo de la pieza. Den vuelta y planchen. Marquen con la plancha el doblez al medio de la tira más corta.
Entrelacen las dos tiras recién cosidas, como muestra la foto:
Y sujeten los extremos juntos, de cada lado. Yo aproveché para hacerles un hilván y fruncirlas hasta llevarlas al ancho de mi elástico.
Hagan un pespunte en la máquina de coser, sujetando uno de los extremos que prepararon con el derecho de la tira más corta.
Luego doblen, de manera que quede un sandich con estas capas:
- Derecho hacia arriba de 1/2 tira corta (como muestra la foto de arriba)
- Los lazos de la vincha fruncidos
- La otra mitad de la tira corta, doblada con el derecho hacia abajo
- El elástico
Cuando tengan listo ese sandwich, cosan de nuevo con varias pasadas para sostener bien el elástico. Y repitan la operación del otro lado.
Al terminar las dos puntas, cierren la costura lateral de la tira corta, pero dejando unos 5 cm de abertura en el medio y cuidando de no pellizcar en el pespunte los lazos de la vincha. Les va a quedar este bodoque extraño:
Tiren suavemente para dar vuelta todo hacia el derecho.
Cierren la abertura con un pespunte finito y ¡voilá! Lista para estrenar.
Despué le pueden ir encontrando variantes. Por ejemplo, si quieren que tenga un look más de turbante de los ’40, pueden rellenar los dos lazos principales con guata.
¡Que les salga muy lindo!
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