¿Dónde nos quedamos? En la parte 1, me acompañaron hasta terminar de preparar todo el entretelado y todas las piezas por separado. Antes de seguir con la confección, vamos a detenernos en las hombreras.

Nunca hago dos pares de hombreras iguales. Siempre cambio la fórmula dependiendo de la prenda y… ¡de lo que tenga a mano! (No les voy a mentir). En este caso, quise hacer hombreras finas para no darle demasiada altura a los hombros, lo que le brindaría más solemnidad de la que ya tiene la chaqueta.

Para cada hombrera, corté una capa exterior de entretela de sastre (o crin), una capa súper fina de guata y dos capas más pequeñas de pañolenci o fieltro. Por último, las cerré con una capa interior de franela de algodón.

Cosí todo con puntadas grandes para fijar todas las capas.

Luego las ubiqué sobre el maniquí y les fui dando forma con la plancha bien caliente y vapor. La plancha hace que el paño y la guata se apelmacen y encojan. Siempre plancho en todos los contornos curvos de la hombrera, pero prácticamente no toco el exterior que da a la sisa, para que quede más gordito.
Si no tienen maniquí, pueden usar un cojín de sastre o cualquier base de planchado curva. (Pueden descargarse aquí los patrones para hacerlas).

Para comenzar la confección, primero cerré las pinzas con alfileres y probé si todo calzaba bien. Y sí, calzó bien 😁

Luego, terminé de armar el dibujo de registro para el adorno plateado de la pechera.

Me probé el frente en el espejo para estar segura de que me gustaban las proporciones y cosí con la máquina fijando la cinta plateada de 1 cm de ancho en todos los niveles. Al llegar a la esquina, doblé la cinta sobre si misma 3 veces, para formar ese triángulo en punta.

Luego, continué por los bolsillos ojal. A estos bolsillos también se los llama “de ribete militar” y no se me ocurre mejor ocasión para ese nombre, no? 😁
Primero, cosí una cinta plateada gruesa a uno de los dos ribetes, doblé y planché todas las piezas.

Dejé los ribetes fijos con unos puntos en cruz con hilo de hilván, para que mantengan su forma. Antes de comenzar con la costura de bolsillo, cerré las pinzas y planché muy bien con los márgenes abiertos.

Luego armé los bolsillos. Si quieren un paso a paso detallado de este proceso, pueden leerlo con lujo de detalles aquí.

¡Listos los dos bolsillos!

Ahora comienza lo más divertido: armar la prenda uniendo todas las partes. Primero, los laterales y los hombros. Luego, otra vez a probar que todo esté bien y que no haya que hacer ninguna corrección.

Luego, coloqué el cuello. Este cuello lleva la mimas costura que cualquier cuello camisero o Mao. Por último, cosí a máquina la cinta más gruesa en todo el contorno de abertura y bajo del cuerpo.


Al día siguiente, continué con las mangas. En toda prenda sastre recomiendo tomarse el tiempo necesario para completarla sin apuro. Pero en especial, siempre les aconsejo que comiencen con las mangas al principio de un nuevo día de costura, con la cabeza fresca. No son difíciles, pero requieren de atención.

Cerré ambas mangas y las planché con la ayuda de un cojín de sastre alargado y un clapper, para que quedaran bien achatados los márgenes de costura.
Probé la manga en el maniquí y cuando estuve conforme con la caída, realicé un hilván en la copa y fruncí levemente para embeber.

Luego fijé bien con alfileres (si quieren pueden hilvanar en vez), introduciendo la manga dentro de la sisa del cuerpo.

Por último, cosí a máquina ¡sin apuro!

¿Qué me cuentan? ¡Ya tiene forma de chaqueta!

Antes de poner el forro, necesitaba agregarle algunos rellenos de refuerzo para terminar de darle la estructura deseada. Estos rellenos son la esencia de las sastrería y en inglés, a esta parte del proceso se le dice “padding” (que vendría a ser algo así como “acolchar”). Los sastres aprendieron a modelar las prendas agregando o sacando este tipo de rellenos, para que las chaquetas no solo se vean mejor sino que aporten un suplemento de estructura al cuerpo de cada cliente.
El primero de estos suplementos es el pad pectoral y se hace calcando la parte superior del delantero. Incluye la línea de hombros y mitad de la sisa, para terminar en forma redondeada.

Se lo puede hacer de varias capas, con o sin relleno esponjoso. En este caso, lo hice uniendo dos capas: la exterior de entretela de crin y la interior de franela de algodón.

Se puede coser a mano o a máquina, siempre acompañando la forma anatómica. A mi me gusta más cómo queda a máquina con puntada zig zag, pero es a gusto del consumidor.

Esta pieza va cosida al hombro y a la sisa, pero generalmente se le deja su contorno curvo sin coser. De este modo, el pad se mueve con confianza.
El segundo suplemento que le agregué es la cabeza de copa de manga. Y no es otra cosa que un calco de los últimos centímetros de todo el contorno de la copa de manga, cortado en paño.

Este pad se cose a mano o a máquina en todo el margen de costura de la sisa. Cubre toda la curva, desde el piquete de aplomo delantero hasta el piquete de aplomo de espalda.
Una vez listos los rellenos y agregadas las hombreras, llegó el momento de coser el forro. Para ello, utilicé dos tipos diferentes de tela: doble gasa azul pavo real para el cuerpo y un satén imitación brocado (más grueso) para las mangas. Lo hice así porque en las mangas lleva una vista de sarga en el contorno de los puños y me pareció que iba a quedar mejor con una tela con más cuerpo.
Para coser estas telas tan delicadas, utilicé una aguja Microtex Schmetz número 9, bien fina. Y ajusté la tensión de la máquina en 3. Si quieren saber más sobre agujas, grosores y tipos, les dejo este posteo con toda la información.

Armé el forro exactamente igual que el exterior, con especial cuidado en la costura curva de las vistas.

En la vista de espalda me di el lujo de bordarle The Copycat con hilo plateado. Luego fijé todo el contorno del cuerpo a las vistas con puntada a mano.


Antes de unir exterior e interior, decidí coserle todos los botones (que fueron muchos)
Como no encontré botones plateados que me gustaran (los que más me gustaban eran tonos más oscuros o más claros que mis galones). Decidí hacerlos yo misma. Para ello entretelé tramos de cinta, corté círculos y forré botones con la prensa mágica.


Me gustó tanto cómo quedaron que me entusiasmé e hice 3 botones para cada fila de cinta. Dos pequeños a los costados y uno más grande en el centro.

Por último, ubiqué el forro sobre el cuerpo y cosí ambas partes por todo el contorno utilizando el método de embolsado. Quité todos los hilvanes, planché con entusiasmo y ¡Voilá!







¿Qué les pareció? Aunque no lo crean, este tipo de chaquetas son ideales para comenzar en sastrería ya que tienen muchos adornos y detalles, pero es pura fachada. La estructura general es bastante simple.
Muy pronto, voy a subir el patrón en muchos taller para descargar y confeccionar. ¡¡¡Gracias, como siempre, por haberme acompañado en todo el proceso!!! 😘😘😘

Muy genia!
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