Digan lo que digan del 2020, de algo estoy segura: no nos olvidaremos nunca de este año. Por extraño, por difícil, por didáctico, por alentador, por desafiante, por lo que cada una le quiera sumar. Lo cierto es que todas vamos a recordar qué era de nuestra vida cuando llegó ¿no?
En mi caso, el 2020 dio vuelta de cabeza, mi trabajo y mi forma de relacionarme en redes sociales. Al estar más tiempo en casa (mucho más tiempo) pude encontrar a muchas de ustedes en el ciberespacio de la costura y tener la dicha de compartir amistad con almas similares por todo el planeta. Ese compartir diario, se vio reflejado en los desafíos que me impuse con la costura durante todo el 2020. He aquí un rápido resumen de mis producciones (spoiler alert: la mayoría fotos son crudas del teléfono, como debe ser en todo diario personal 😉). BONUS: Con cada foto encontrarán el enlace a tutorial, paso a paso o patrón de descarga.
Enero
Todavía con toda la euforia del año y década nueva, fue cuando más productiva fui en mi mesa de costura. Comencé el mes cosiendo una de las prendas que más me gusta confeccionar ¡y usar! Un jean. En este caso blanco, tiro alto y con costuras en color crema:
Luego avancé con el calor del verano en Patagonia, haciéndome una de las prendas que más les gustó a ustedes: un maxi vestido azul con galones dorados. Aquí pueden encontrar el croquis para hacerlo, junto al paso a paso ¡es facilísimo!
Con retales de tela de un proyecto del 2019, hice esta blusa inspirada en un diseño de Deveaux:
Y aggiorné un par de suecos que eran demasiado formales para mi gusto atrevido: con un sacabocados hice agujeros en la capellada y les armé borlas hechas con tiras de cuero negro. Además, forré el talón con una cinta gross con tachas.
Y estrené todo el equipo junto:
En el mismo tono de tejidos livianos, rayas y azules, hice esta camisa de lino:
¿Saben cómo terminó la historia? Me la pidió prestada mi hija, se la llevó a su vida universitaria de Buenos Aires y nunca más la vi.
A la blusa.
Mi hija volvió a los dos meses por la pandemia.
La blusa quedó colgada en su placard de Buenos Aires. Fin.
Y para terminar el mes, esta divinura hecha en cotton satén, que recibe piropos cada vez que me la pongo:
Febrero:
En Febrero se me dio por el blanco a full ¿sería el calor? Arranqué con una versión delicadísima de la T-shirt Juana, a la que le agregué mangas abullonadas, cuello y voladitos de plumetí:
Después tomé coraje y decidí inventar una casaca inspirada en los diseños de Alexander McQueen, con la gabardina blanca que me sobró del jean + un puñado de lentejuelas del mismo color:
Los preciosos botones forrados fueron gracias a un bellísimo regalo que recibí de una familia amiga: una prensa antigua con todas las matrices de forrado:
Y por último, decidí hacerme algo con lo que venía soñando desde hace tiempo: un blazer blanco con un solo botón dorado en el centro. Tenía pensado estrenarlo al volver de mi viaje a Buenos Aires (cuando fuimos a dejar a nuestra niña en la Universidad).
Pero, el 2020 tenía otros planes y así como lo terminé, quedó colgado en una percha esperando la vuelta a la oficina ¡en Septiembre! 😖
Marzo
Los primeros días de Marzo cambié mi tendencia de blancos y livianos por la costura de tres outfits universitarios a pedido de mi bebé:
Con sus outfits listos y el auto cargado, nos fuimos a Buenos Aires a acompañarla en el incio de su nueva vida. Pero de golpe apareció el Coronavirus y tuvimos que volver rápidamente antes de que nos agarrara una cuarentena inesperada en viaje.
Cuando llegamos a casa, nos encontramos con la novedad de esos primeros 15 días de encierro y hasta lo tomamos como una oportunidad de descanso, limpieza y acondicionamiento de la casa. En nuestra inocencia (e inexperiencia) pensamos que era algo pasajero.
De esos días inocentes salió esta ¿camisa? ¿casaca? ¿chaqueta? no se cómo debería llamarla… pero se que está inspirada en los diseños de Ulla Johnson:
Además, aprovechamos los días en casa para darle forma a nuestro primer curso de costura y así nació el paso a paso de cómo hacer una Tshirt con todo detalle.
Luego, vino el anuncio de que la cuarentena se extendía un mes y ahí los ánimos se pusieron serios. Mi costura se sumió en piezas prácticas: vinchas y tapabocas.
Abril
Pero luego mi espíritu costuril desafiante me despertó del letargo y decidí encarar uno de los dos proyectos más ambiciosos en mi costura 2020: un trench clásico estilo Burberry. Comencé haciendo una muestra en lienzo, la que hice y deshice como 3 veces:
Mientras investigaba, cosía y descosía el trench, decidí encarar un bordado con nuevas técnicas y llegó la primera garza del año:
Hice una blusa sin mangas con cuello alto y ojales cosidos a mano:
Hacia fin de mes, estrené finalmente el trench y ¡lo seguí usando todo el invierno!
Mayo
Este es el mes de mi cumpleaños y siempre trae consigo los consabidos análisis y nuevos deseos. Mirando los resultados en mi costura, estos análisis me deben haber resultado un estímulo importante porque comencé el mes aprendiendo a hacer canastas con puntada zig zag en la máquina de coser ¡y me encantó la técnica!
Luego inauguré una sección en mi costura: pijamas y camisones. Soy de la que soy muy coqueta de día, pero de noche suelo dormir con una camiseta vieja de mi marido. Las únicas dos veces que me compré un camisión fueron las dos veces que tuve que internarme para parir a mis hijos.
Pero este año, con tanto tiempo en casa se me dio por malcriarme con esos detalles que nos suman calidad de vida. Fue así que nació un pijama comodísimo y un camisón que partió del mismo molde que la camisa del pijama.
Luego seguí con el bichito que me picó de intervenir telas. Tení un paño de loneta blanca, lo pinté y bordé. Y así surgió el bolso Matilde (en honor a mi mamá):
Y como la vida está llena de contrastes, al terminar con el bolso con colores pasteles, brillos y lentejuelas, me fui con el negro y el cuero 😎😎
Por primera vez cosí una prenda con ecocuero (o polipiel). Me dio trabajo pero quedó genial. Y los botones que encontré en la mercería, parecía que me estaban esperando…
Y para terminar el mes de Mayo, diseñé un nuevo molde para el shop del blog: el pantalón Susana. Y no saben las 1000 veces que lo usé desde entonces. Es que justamente quería un pantalón (y un patrón) comodín, que se adaptara a muchos usos y tejidos.
Esta fue mi primera versión, en tusor color caramelo.
Junio
Llegó el invierno y la primera parte del mes me dediqué a hacer ropa para mis hijitos. Le cosí a Juana un buzo hecho con un jersey forrado en corderito, que me tuvo tosiendo pelo por tres días… pero lo usó todo el invierno 🤩
Y a mi pimpollito lo abrigué con una campera de frisa en azul como sus ojos de cielo, que le queda que es un primor.
Y ya que estábamos con tejido de punto y overlock, me hice la versión C del Pantalón Susana (les dije que se adaptaba a varios tejidos) con un punto Roma negro con relieve, cómodo y abrigado:
En el mismo punto Roma, pero liso y gris claro, cosí un buzo con mangas jamón que AMO con locura y que uso siempre porque es muy versátil.
Y para terminar la primera parte de mi año creativo, diseñé un molde de camisa muy pituca, dedicado a mi tía tan querida: la camisa Silvia.
Julio
La segunda mitad de año comenzó muy variada. Primero con una chomba hecha en tejido Dry-fit para mi Rafi de la que las fotos que tengo son tan raras y oscuras que prefiero solo contarles.
Luego di vuelta de timón y utilizando unos retazos que tenía del tejido más lindo con el que he trabajado, hice un blazer inspirado en Balmain.
Este paño maravilloso es de Oscar de la Renta y lo compré en mi otra vida, cuando viajaba seguido a Nueva York por trabajo y compraba telas en Mood.
Y como saben que soy discreta, en la espalda le bordé una serpiente…
Y luego llegó otro molde para descargar. Y este fue el primero hecho totalmente a pedido de las seguidoras en Instagram: el famoso vestido cruzado, al que le puse de nombre Carolina y vino en dos versiones.
La primera es un ensayo hecho en tejido plano, con pliegues, pinzas y un lazo muy caribe.
Y la segunda en los mismos tonos, pero en un tejido de punto de lana:
Agosto
En este mes sucedió un hecho milagroso: tejí a dos agujas. Y el resultado fue este sweater bien de domingo de relax:
Luego, para relajarme (el tejido me estresa 😝) volví a la sastrería y al molde del mes: el chaleco Inés. Les recomiendo esta prenda para aquellas que quieren comenzar con confección de sastrería pero no se animan a encarar de lleno un saco o blazer. Además, en mi perfil de Instagram encontrarán un IGTV sobre pinzas y correcciones de fiting.
Este año hice tres chalecos con este mismo molde. El primero fue para mi niña, el sugundo fue este en una lana sastrera con un toque de lúrex plateado, al que acompañé con un pantalón clásico cigarette con botamangas:
Septiembre
En Septiembre llegó mi segundo proyecto ambicioso del año, quizás más aún que el trench: la chaqueta estilo Chanel. Y POR LEJOS fue la costura que más les gustó en redes:
Me dio un trabajo bárbaro pero amé cada hora de costura a mano y pinchazos en los dedos. Creo que este 2021 voy a seguir practicando estas técnicas de alta costura.
Y con la lana y el satén que me sobró, decidir seguir con el estilo Chanel y armé una carterita clásica:
Al terminar decidí que todavía tenía un par de dedos sanos (los otros 8 estaban lastimados o agujereados) y emprendí un diseño inspirado en los abrigos bohemios de Isabel Marant, reciclando un acolchado:
Ya para final de mes llegaron los primeros calores y abrió de nuevo el Museo en donde trabajo (y donde tengo mi oficina) y ¿adivinen qué? ¡pude estrenar el blazer blanco que hice en Marzo.
Octubre
Este mes fue otro gran hito para Copycat:
Lancé mi nuevo molde: el Jean Gabriela, un pantalón de jean de piernas anchas y tiro alto que calza genial. ¡Y con el molde vino mi primer curso online!
Y estuve varios días dedicada al reciclado: le dí nueva vida a un sweater que no usaba porque estaba mal confeccionado el cuello y desbocaba (es que no lo hice yo…) y solucioné una mancha inesperada en mi Tshirt Juana con pintura y lentejuelas:
Y ya que estaba muy «salvaje» con las estampas, le agregué un pantalón Susana (versión C) hecho en modal estampado:
A mitad de mes y después de casi dos años de espera y discusiones, recuperé del Service mi bordadora electrónica Brother y fue como reencontrarse con una amiga de la infancia. Y ella, a puras sonrisas:
Y para festejar el encuentro hicimos juntas otra campera para mi bebote, con su motivo favorito: las carreras de Nascar.
Noviembre
Se me fue terminando el año y se nos vino el calor, así que comencé Noviembre con una versión del chaleco Inés en algodón blanquísimo:
Durante este mes también sufrí un retroceso tecnológico, ya que mi amado teléfono (que es computadora, agenda, secretaria, cámara y editor de videos -entre otras cosas) se estrelló contra el piso y colapsó. Desde entonces está en el service oficial de Samsung y -al parecer- recién voy a recuperarlo la semana que viene (segunda quincena de Enero 2021, casi 4 meses después).
Esto me sumió de nuevo en fotos oscuras y feas, pero no me quitó las ganas de seguir cosiendo ¡todo lo contrario! Reaparecí en la redes gracias al teléfono prestado de mi amiga Sandra con un nuevo molde multi talle en el shop: la blusa Elizabeth. Y tanto me gustó que la hice en dos versiones: en gasa estampada y en seda color manteca:
Diciembre
El último mes del año fue muy productivo en términos creativos:
Hicimos juntas varios bordados navideños:
Cosí otro conjunto azul y muy paquete para mi bebote y de yapa le agregué sus iniciales:
Hice un conjunto inspirado en la diseñadora Johanna Ortiz, llamado ¡adivinaron! Blusa Johanna y falda Johanna. Después del 15 de enero van a poder descargar el molde en el shop.
También terminé un nuevo molde multi talle inspirado en una tshirt de Alexander Wang que fue una de las más votadas en las historias de IG y que se va a llamar Sandra (¿se acuerdan de la amiga que me prestó el teléfono?)
Llegamos al final del año y no podía terminarlo con cualquier cosa, así que me hice un vestido fruncido en el cuello e inspirado en Dior Resort, ¡para festejar Navidad reencontrándome con mis dos guapetones hermanos que no veía desde febrero!
Si a todo este reporte le sumo un par de almohadones, una funda para el sofá del living, dos cortinas de baño e incontables cambios de cierres, botones y otras yerbas suma el posteo más largo en la historia de este blog. Y el año más largo de mi vida. ¿Cómo? ¿Solo tuvo 365 días? A mi me parecieron como 1000.
Pero puedo decir que fueron como 1000 días de puros desafíos y agradecimiento por esta vida que me tocó y por este hobbie maravilloso que compartimos con tantas amigas y amigos en el mundo.
Gracias totales por estar allí conmigo, por todos los comentarios, consultas, fotos, mensajes. Sabiendo que siempre estamos conectadas, me siento como Frank Sinatra: «mi sombra y yo podemos estar solos pero nunca en soledad»
😘😘😘😘
Que año productivo. Me encanto descubrirte buceando en mi pantalla! beso y vamos por 2021 lleno de desafios asi de lindos!
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¡Gracias Jose! ¡Por muchas creaciones más!
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Me agoté de leerte!! jajaja… necesitaba distraerme porque supuestamente estoy de vacaciones, pero sigo trabajando y parece que no se termina más… en fin… me encantó tu año y sé que este será también espectacular, gracias por compartirlo!! Para mi fue el primer año productivo en costura: hice prendas básicas, cosí, descosí, volví a coser y fui aprendiendo mucho… y ahora me está esperando Gabriela… para arrancar una nueva etapa: constura de jean! Abrazo
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¡¡Gracias Irene!! ¡Qué lindo saber que vamos a coser juntas! Por un año más de nuevas creaciones ❤️
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